2n CURS D'EDUCACIÓ INFANTIL DE ZINEB AALOUF: febrero 2013

He terminado el bloc. Ya tengo todas las láminas hechas y terminadas. Lo cojo y lo ojeo: ¿Cuál son las dos láminas más significativas para mí y por qué? ¿Qué he sentido haciéndolas y con qué dificultades me he encontrado? Cuesta elegir y después de pensármelo varias veces escojo dos: LAS QUE HAN SIDO MÁS SIGNIFICATIVAS PARA Mí.

Quiero empezar con la lámina de los peces y es la que podéis observar en la siguiente imagen:

ANTES DE PINTAR SOBRE LA LÁMINA DE LAS CERAS

RESULTADO DESPUÉS DE PINTAR SOBRE LA LÁMINA DE LAS CERAS

¡Qué decir de esta lámina! Empecé sin saber bien a donde me dirigía y en qué me estaba metiendo. Todo empezó pintando en una lámina con diferentes colores y formas. La pintamos con la cera. Un material con el que nunca me he llevado bien como ya he dicho varias veces. Es un material que ensucia bastante las manos y eso no me daba mucha gracia.

A continuación dibujé los peces, uno a uno. ¡Qué bonitos me estaban saliendo! ¿Desde cuándo sé dibujar de esta manera si nunca se me había dado bien? ¡Para mí, esos peces eran impresionantes! Me sentí creativa. Con talento. Así pues conseguí diferentes tipos de peces, ninguno era igual que el otro. De hecho ni se parecían.

La única dificultad con la que me he encontrado ha sido el hecho de orientar algunos de mis peces hacia la izquierda. ¡Qué difícil me ha resultado! Siempre he usado mi derecha para todo, con todo el sentido de la palabra. Así que con muchísima dificultad he conseguido dibujar algunos.

El siguiente paso era repasar con boli los peces teniendo por debajo de éstos la lámina de las ceras que había pintado con anterioridad. En realidad, lo calqué impaciente. Quería ver si iba a quedar igual de bonito que el de mis compañeras. Así que calqué todo y el resultado fue sorprendente. ¿Quién me iba a decir que con las ceras que yo tanto odiaba podría hacer semejante dibujo? ¡Y a saber todo lo que me falta por descubrir y aprender!

Y así fue como empecé a tenerlo gusto a las ceras. Es por eso mismo que esta lámina ha significado tanto para mí. Lo que tocaba después de eso era enseñarla a todos los seres queridos. ¡Estaba orgullosa de mi OBRA DE ARTE! ¡No estaba acostumbrada a dibujar y estar satisfecha de mi dibujo!

La otra lámina que quisiera comentar es la segunda lámina que hicimos usando la tinta china. ¡Menuda tinta! Nunca la había usado antes. Me sorprendió la rapidez con la que se esparce y se seca. También sorprende la rapidez con la que se elimina de las manos con unas simples gotas de agua. Es muy delicado. Y en varias ocasiones casi se me derrumba.

Así pues la segunda lámina se basa en conseguir 16 texturas con un mismo material. Después de ojear todos los materiales que llevaba conmigo elegí una tela un tanto rara que encontré por casa. Mi gran miedo era ¿cómo iba a conseguir con un solo material 16 texturas? Eso parecía una broma.

En fin. No tenía otro remedio. Debería empezar, tal como lo habían hecho mis compañeras. Empecé y eso no paraba. Una vez doblaba la tela, otras la enrollaba, otras la cortaba o le hacía forma de espiral. ¿Era esto a lo que le tenía tanto miedo?

Sorprendentemente terminé pensando que si tuviera más espacio podría pensar en más formas. Así pues esta lámina significo mucho por mí porque pude verificar yo misma que la hipótesis que había planteado yo misma era errónea: una forma no equivale a una textura. Y esto era lo que provocaba en mí el miedo a no poder llegar a las 16 texturas.

En la siguiente foto podréis observar la lámina de la que hablo: